Tirso Medrano
Son territorios usurpados por la Republica de Haití, a la Republica Dominicana, los territorios que pertenecían a la colonia Santo Domingo Español según el Tratado de Aranjuez firmado el 3 de junio del 1777 que eran los mismos limites que poseía en el año 1793. Confirmado en nuestra primera Constitución del 6 de noviembre de 1844 hasta la firma del Tratado del 1929.
Terminada la Guerra Restauradora, salen las últimas tropas española del territorio dominicano el 11 de lulio de 1865 y el 24 de septiembre del mismo año (1865), la Asamblea Nacional Constituyente abre sus sesiones confirmando el artículo 3 de la Constitución de 1844 sobre la inviolabilidad de los limites fronterizos y dentro de sus diputados, es nombrado el ciudadano Pedro Antonio Bobea por la Villa de Hincha.
Estos territorios están en la Republica de Haití, antigua colonia Santo Domingo Francés. Sin que esto haya motivado a los políticos, gobernantes e intelectuales dominicanos a una revisión del inconsulto TRATADO DE DELIMITACIÓN FRONTERIZA del 21 de Enero del 1929, firmado por el Presidente de la Republica Dominicana General Horacio Vázquez y su homólogo de Haití Dr. Louis Bornó y mucho menos a la RATIFICACIÓN DEL TRATADO DE 1929, Y ACUERDOS FRONTERIZOS, firmado 27 de Febrero del 1935, entre el Presidente de la República de Haití, Dr. Stenio Vincent y el Presidente de la República Dominicana, Generalísimo Dr. Rafael Leónidas Trujillo Molina; y luego la firma del PROTOCOLO DE REVISIÓN DEL TRATADO DOMINICO-HAITIANO DEL 21 DE ENERO DE 1929, firmado el 9 de marzo 1936, bajo los mismos gobernantes, en la ciudad de Puerto Príncipe, Republica de Haití y cuyos instrumentos de ratificación fueron canjeados en Ciudad Trujillo el 14 de Abril de 1936.
Si bien es cierto que con la firma del oprobioso tratado del 21 de Enero entre el presidente dominicano Horacio Vásquez y el presidente de Haití Louis Bornó, se le ponía término definitivo al conflicto fronterizo a cambio de la enajenación territorial a la Republica Dominicana, de las provincias las Caobas, Hincha, San Miguel, San Rafael; parajes como Rancho Mateo, Cachimán y la mitad del lago Sumatre o el Fondo, también conocido como Azuey. Aprobado por un congreso títere el 7 de Febrero de 1929. Este acto de lesa patria fue coronado con el protocolo del 1935, donde Trujillo, le sede a la republica de Haití el Valle La Miel. Año después el presidente haitiano Stenio Vincent, vanagloriándose de tan fructífero protocolo de revisión para los haitianos, hacía mención en un libro publicado por el, de las 666,076 tareas en el Valle la Miel, que le regaló el Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo Molina a los haitianos en la Ratificación de 1935, las cuales están situadas al noroeste de Bánica y consignada en el Protocolo de Revisión del 9 de marzo del 1936, firmado en la ciudad de Puerto Príncipe y cuyos documentos fueron canjeados el 14 de Abril del mismo año en Ciudad Trujillo.
Pero como bien lo dice el poeta universal Pablo Neruda, en una estrofa del poema VERSAINOGRAM a Santo Domingo: ¨Las cosas no se aclaran nunca ni con el olvido ni con el silencio.¨
Es muy frecuente oír decir a dominicanos de ciertos niveles cultural ¨EL SUR PROFUNDO¨, al referirse a una comunidad fronteriza, como algo que está muy lejos. Sin darse cuenta que en las comunidades fronterizas es donde empieza la Republica. Por lo tanto el Sur no está lejos, ni es profundo. El Sur es por naturaleza seco, agreste y montañoso; abandonado al azar por la falta de fe en el porvenir más que por la aridez natural que presenta.
Situación que es aprovechada inconscientemente por los miserables campesinos haitianos, los cuales actualmente han tomado posesión de los territorios abandonados desde el 1960 a esta parte, suma que pasa de los 2mil km², constituyendo esto una invasión no deseada que con el tiempo se va convirtiendo en objeto de derecho. Agregándose al dolor de cabeza que la migración desordenada nos provoca.
También es frecuente oír decir entre los dominicanos: ¨que ocupamos la mitad de la isla¨, olvidando que la isla tiene 77,914 km² y la Rep. Dom. Ocupa un área de 48,670.82 km², incluyendo las islas Saona, Beata, Alto Velo y Catalina. Islas estas que el 99%, por cientos de los dominicanos no han visitado producto de una dejadez colectiva; posiblemente por la falta de promoción en las aulas escolares de nuestros valores turísticos que poseemos como nación.
Si reclamáramos los terrenos enajenados más de 10 mil km², hoy la Republica Dominicana tuviera 58,670.82 km².
La Republica de Haití actualmente ocupa un área de 29, 243.18 km², sumándole las islas de Gonave, Vaca, Cayemite y Tortuga, las cuales lucen súper pobladas.
Si les restamos a la Republica de Haití, los más de 10 mil km², enajenados o usurpados a la Republica Dominicana; su posesión real fueran 19,478.20 km². País con el cual tenemos una frontera común más o menos de de 380 Km, de largo.
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