miércoles, 13 de noviembre de 2013

HISTORIA DEL CARNAVAL

ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA CARNAVAL:
POR TIRSO MEDRANO.
De la expresión latina carrus navales, se deriva la expresión italiana carnevales que en español es carnaval.
El Papa Gregorio el Grande, le llamo al domingo anterior a la cuaresma, ¨Dominica ad carnes levandas¨; de ahí la expresión carnelevamen que en Milán popularizaron como carnevale y que significa alzamiento de las carnes.
Otra etimología de la edad media para designar al carnaval fue la expresión ¨carnestolendas¨, que quiere decir carnes que se ha de quitar.

HISTORIA DEL CARNAVAL:
En los pueblos teutónicos y celtas desde tiempos muy remoto al empezar el año, celebraban una fiesta dedicada a una divinidad ligada a la primavera, a la labranza o a la fecundidad de la tierra.
Hacían un barco con ruedas y los llenaban de flores, bailarinas lascivas, desgreñadas y enmascaradas que cantaban canticos vulgares en un largo desfile por campos y ciudades.
Los pueblos se unían en una desenfrenada procesión donde todos los excesos eran permitidos. Los teutónicos se la dedicaban a la diosa Herta, llamada Madre de la tierra. A esa fiesta se le llamaba ¨Carrus navalis¨.
En Grecia desde el siglo VI antes de Cristo, se celebraban estas fiestas en honor a Dionisio, cuya estatua era paseada en el carrus navalis por Atenas.

En Roma desde principio del imperio, se le hacían estas celebraciones a Isis, diosa de Egipto; como reapertura de la navegación, los marineros decoraban los barcos a los que engalanaban con bellas enmascaradas y una estatua gigante de la diosa Isis.  A esos barcos navalis, en la edad media se les pusieron ruedas para que desfilaran por las ciudades romanas.

Lo cierto es que los vestigios de las fiestas primaverales, teutónicas y celtas son los elementos primarios al igual que el culto a Isis de los cuales se nutre el  carnaval que celebramos;  al igual que de los rituales indígenas, africanos y de la celebraciones santorales del catolicismos medieval.
Carnavales que también se nutren de las fiestas saturnales, de las lupercales y de las bacanales romanas.

A QUE SE LE LLAMA CARNAVAL?
Se le llama carnaval a las fiestas populares de la cristiandad,  de mayor antigüedad en América; donde los tres días antes de la abstinencia cuaresmales, el pueblo cristianos se disfraza de los que se quiere burlar, como una expresión de rechazo, rebeldía, y desafío a las formas restrictivas, de las sociedades en los políticos, religiosos, social y cultural y racial. 
Desde la antigüedad el carnaval es la fiesta de mayor libertad de expresión, por lo que ha sido censurado y regulado en varios siglos. 

LOS CARNAVALES EUROPEOS:

Los carnavales más famosos de Europa, perdieron su esplendor después de la segunda guerra mundial. Desapareciendo carnavales tan vistosos como los de la ciudad de Múnich en Alemania;  el carnaval de la ciudad de Paris en Francia;  así como los de las ciudades de Colonia, Venecia, Florencia, Roma, Turín, Fráncfort y Niza.
Con el estallido de la Guerra de los Treinta años, y la Reforma, el carnaval en las ciudades alemanas perdió elegancia y luego vigencia.
En el siglo XIX, se constituyo un comité para tales fines, llamado Consejos de Locos, y el carnaval empezó a celebrarse en las ciudades alemanas de Rhin y Colonia.
En la primavera del año 1824, se reinicio el carnaval en la ciudad de Colonia, esta ciudad fue destruida en la segunda guerra mundial por las bombas de los aliados en contra de Alemania; desapareciendo la celebración del carnaval hasta nuestros días.
 En los carnavales de Austria, Suiza y Hungría, los enmascarados danzaban alrededor de un tonel vestidos de cuberos. A esta danza se le llamaba la danza de los toneleros.
También fueron muy famosos los carnavales de italianos de las ciudades de Turín, Niza, Roma, Florencia y Venecia.  El famoso escritor alemán Johann Wolfang von, conocido mundialmente como  Goethe, describe en sus viajes por Italia, los disfraces y las batallas de flores en el carnaval de Roma. El gobernante de Florencia durante el Renacimiento italiano, Lorenzo de Medicis, también llamado Lorenzo el Magnífico describe en sus cantos carnavalescos el carnaval de Florencia.
En los reinados de Enrique III y Enrique IV, los franceses se disfrazaban al lado de sus monarcas, quienes disfrazados salían con sus sequitos por las calles de Paris.
En el reinado de Luis XIV, el carnaval francés alcanzó un máximo de esplendor, hasta degenerar en venganzas personales.
En el año 1790, fue prohibido el carnaval francés, pero en el 18 de Brumario, Napoleón ordenó su celebración. 

Los carnavales españoles de mayor trascendencia fueron los de Madrid, Reus, Cádiz y Sevilla. Muchas veces prohibidos y otras tantas apoyados por los reyes.  En el reinado de Felipe IV, se celebraron relucientes carnavales. Lo mismo que en el reinado de María Cristina y Carlos III. En el reinado de Fernando VII, solo se le permitió a la burguesía celebrar carnaval pero bajo techo. Es bueno señalar que las prohibiciones más severas del carnaval español sucedieron en los reinados de Felipe II, Felipe V y Carlos I.


LOS CARNAVALES  HISPANOAMERICANOS:

Desde principio del siglo XVI, se vienen realizando carnavales en Hispanoamérica.  Carnavales donde se fusionan vestigios culturales de los diferentes grupos étnicos, dándole un toque novedoso al  carnaval de este lado del mundo.
Un ejemplo dinamizador lo constituye el carnaval de Brasil en especial el de la ciudad de Rio de Janeiro; probablemente el más famoso del mundo. Convertido en una verdadera empresa turística con cientos de escuelas de zambas organizadas con el objetivo de darle vistosidad, novedad y alegría al carnaval.
Otro carnaval que gozó desde el siglo XVIII, de fama por sus tiraderas de agua, lo fue el de Argentina;  en la ciudad de Buenos Aires, bajo el gobierno de Juan Manuel de Rosas, el carnaval se convirtió en la principal atracción de los argentinos.  Los corsos de los negros llenaban de música y comparsas las calles aledañas al palacio presidencial llamado ¨ la Casa Rosada¨. Hoy en argentina es de gran popularidad el carnaval de la ciudad de Corriente.

En el Paraguay desde el 1916,  se  está realizando con mucho éxito el carnaval de la ciudad de Encarnación, llamado ¨carnaval Encarnaceno¨,  donde durante tres días los corsos desfilan por las principales avenidas de la ciudad con orquestas bien acompasadas y el Dios Momo presidiendo las procesiones carnavalescas durante los tres días del carnaval.
En la región del Caribe los carnavales más vistosos son los de Cuba, Republica Dominicana, Curazao, Aruba, Martinica, Haití y Jamaica.

El primer carnaval celebrado en el nuevo mundo fue en la Colonia de Santo Domingo, en la Villa Concepción de la Vega en el año 1510.
En los siglos XVII y XVIII, las celebraciones de carnavales sufrieron muchas interrupciones productos de las devastaciones de 1605 y 1606 ordenada por el gobernador y capitán de la Colonia, Antonio de Osorio amen del  abandono a que los reyes españoles sometieron la colonia de Santo domingo (la Española), hay registro histórico de que en el 1795, se celebro carnaval en la ciudad de Santiago, en honor a su patrón.
En el siglo XIX, el carnaval es posible a partir de la era republicana, específicamente después de la gesta restauradora del 1865.
En la ciudad de Santiago primeramente y  después en la de Santo Domingo, se celebro festividad carnavalesca que dieron al traste con la  criollización del carnaval.  Introduciéndoles personajes del imaginario popular, en los clubes de esas ciudades con lujosos disfraces y mascaras creadas por los participantes.

EL CARNAVAL EN LOS GOBIERNOS DE ULISES HEUREAUX.

Fue en los gobiernos del General Ulises Heureaux (Lilí),  entre los años 1882 y 1899, donde hubo continuidad del carnaval. Las gentes sencillas se disfrazaban de diablos cojuelos, lechones, papeluces, los toros, de cachuas y descalzas las muchedumbres coreaban frases a ritmo de tamboras.
En los clubes sociales de las ciudades de Santiago y Santo Domingo el carnaval empezaba cumpliendo los tres días  antes del miércoles de ceniza, conforme al calendario Gregoriano y sus Santoral católico; pero el pueblo dentro de su catolicismo popular, tomo los días de asuetos de San Miguel, San Andrés, Corpus Cristi, San Cosme, San Juan y las celebraciones marianas de las mercedes y la Virgen María o Altagracia, para hacer carnaval.

El sincretismo afro católico se reflejaba en los trajes de los diablos cojuelos de la ciudad de Santo Domingo, con las distorsiones de las capas magnas de los obispos medievales. Ensortijadas de cascabeles, campanas, espejos y cintas de colores con el rostros cubiertos por completo con una mascaras antropomórficas en representaciones de unos diablos cornudos. Cada traje se diferenciaba del otro por sus colores, ornamentaciones y brillos dedicados a unas de las deidades de la santería o  vudú dominicano, también conocido como  religiosidad popular.

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