POR: TIRSO MEDRANO.
El 12 de octubre de 1492, desde la proa de la carabela La Pinta, el marinero Juan Rodríguez Bermejo, grito: - ¡Tierra!- divisando la isla que hoy se llama Watling, perteneciente a las Bahamas; aunque Cristóbal Colon, en su diario afirma que fue el que diviso tierra y la bautizo con el nombre de San Salvador.
El miércoles 5 de diciembre, Cristóbal Colón, descubre la isla de Haití llamada también Babeque o Bohío, por los Taínos. El domingo 9 de diciembre de 1492, la bautiza con el nombre de la Española y en el 1508, el Rey de España Fernando II la nombra como: “Isla de Santo Domingo”. Nombre que ha prevalecido hasta el día de hoy.
El 25 de diciembre con los reto de la nave Santa María, la cual encalló 40 kilómetros al oeste de Montecristi, se construyó con sus restos la primera fortaleza en el nuevo mundo llamado el Fuerte de la Navidad. el cual al dividirse la isla en dos colonias (Santo Domingo Español 1492-1801; 1809-1821; 1863-1865. y Santo Domingo Francés 1650-1791.) y luego en dos republicas; Republica de Haití (1804) y Republica Dominicana (27 de Febrero de 1844), el Fuerte de la Navidad, quedo en el territorio de la colonia francesa llamado Santo Domingo Francés hoy republica de Haití, y donde estaba hoy se llama ¨l´Cu.¨ en el segundo viaje el 7 de diciembre de 1493, próximo a la desembocadura del rio Bajabonico, el Almirante Cristóbal Colon funda la primera ciudad del nuevo mundo bautizada con el nombre de la Isabela, cuyo territorio hoy pertenece a la Republica Dominicana. Y es en ese lugar donde el 6 de enero de 1494, el padre Boíl. Ofició la primera misa del continente hasta ese momento desconocido por los europeos, asiáticos y africanos. La isla de Haití, estaba dividida en 5 cacicazgos los cuales se llamaban Marién, Maguá, Jaragua, Maguana e Higuey, a la vez cada uno tenían un cacique o jefe que lo representaba o gobernaba.
Los aborígenes Taino, se consideran oriundos de la isla, aunque también habían tainos en las islas Bahamas, en Cuba, Puerto Rico, Jamaica, en Guadalupe, Dominica y Martinica también habían siboney, lucayas, lokonos y caribes, aunque en menor proporción poblacional. Los siboneyes eran abundantes en Cuba; los caribes abundaban en todas las islas del Mar Caribe, eran magníficos navegantes, pescadores y guerreros; amen de su debilidad por la carne humana. Se comían a los hombres que vencían en las guerras y a las mujeres la esclavizaban sexualmente y en las faenas agrícolas y a los niños se los comían.
Se dice que estos aborígenes eran pariente lejanos de los Arawak, Los tainos constituían un grupo étnico que conformaban una unidad socio-cultural. Con mayor grado de desarrollo en la región, los cuales se dividían en Taínos, que eran los nobles, los Nitaínos eran los jefes inferiores y los Naborías eran los obreros. Los Caciques, eran los jefes del pueblo o Yucayeque. Estos caciques tenían como asesores a los sacerdotes llamados Behiques.
Los Tainos eran pescadores, agricultores y artesanos; personas laboriosas, disciplinadas, amables, dóciles, pacíficas y hospitalarias.
La hospitalidad brindada a Cristóbal Colon y sus expedicionarios, por Guacanagarix, cacique de Marién, era una muestra de la hospitalidad del taino antes los desconocidos, extraños y diferentes seres que los visitaban, lo cual representaba tanto para los marineros como para los aborígenes más que un descubrimiento, un choque cultura desigual en todos los aspectos. Mientras en Europa se vivía en la era del Renacimiento, estos aborígenes caribeños estaban en la era de piedra. De ahí la superioridad que sentía el invasor antes gentes de vivir y vestir tan simple. El mismo Almirante Cristóbal Colon dijo que eran gente de amor y sin codicia. Mas luego refiriéndose a sus estados de desarrollo desigual dice que son desnudos y sin armas muy cobardes fuera de remedio. Estaban frente a hombres, niños y mujeres semis desnudos y desnudos que apenas tallaban las piedras y hacían vasijas de barros; cocían las raíces de yucas para hacer el cazabe y bebían fermentación de raíces para la embriaguez; fumaban hojas de tabacos en pipas vegetales; bailaban y cantaban al son de los jututos, caracoles y palitos que golpeaban maderos ahuecados. Se disfrazaban de hojas para ir a las guerras tribales y se pintaban de colores los rostros como símbolo de belleza y amor a la naturaleza prodigiosa que les brindaba tan paradisiaco paisajes llenos de arroyuelos, ríos, manantiales, lagos y lagunas y una legión de aves tropicales. La extensa majestad del mar Caribe preñaba de peces sus atarrayas, y el vaivén de sus canoas los llevaban a otras islas tropicales. En cambio los españoles llegaron en tres carabelas: la Niña, la Pinta y la Santa María, blindadas con cañones, trabucos y espadas; y lo que es peor con una gendarmería compuesta por personas de la más bajas estirpes del reino español y portugués. Comandada por un Almirante tan lleno de codicias como su tripulación. Para muestra basta una reproducción de un fragmento del poema VERSAINOGRAM A SANTO DOMINGO, del poeta universal Pablo Neruda.
´´Vamos a recordar lo que ha pasado
Desde que don Cristóbal marinero
Puso los pies y descubrió la Isla.
¡Ay ¡ mejor no la hubiera descubierto!
Porque ha sufrido tanto desde entonces
Que parece que el Diablo y no Jesús
Se entendió con Colon en ese aspecto.
Estos conquistadores españoles
Que llegaron de España con lo puesto
Buscaban oro y lo buscaban tanto,
Como si les sirviese de alimento.
Enarbolando a Cristo con su cruz
Los garrotazos fueron argumentos
Tan poderosos que los indios vivos
Se convirtieron en cristiano muertos.´´
Ya en el segundo viaje en el año 1493, el Almirante Cristóbal Colon trae entres varias plantas, la caña de azúcar y a la vez se lleva a España un grupo de aborígenes como esclavos, la muestra más fehaciente es que nuca regresaron a su suelo patrio. A partir del segundo viajes llegaron varias naves, perros, caballos, muchos más hombres codiciosos, vestidos de cedas, con casco de aceros y espadas con el mango en forma de cruz, como centuriones de Esparta que a la vez creaban conflictos entre ellos mismos por la mal llamada encomienda que no era más que la repartición de aborígenes y la explotación de las minas de oro. A demás de esclavizar a los nativos en su propia tierra. Se los llevaban para venderlos en los puertos europeos de España y Portugal. En febrero de 1495, a penas a tres años del descubrimiento de este botín, bautizado por Colon, como la española, 500 aborígenes son transportados con grilletes en manos y pies para ser vendidos. Ese fue el pago a la hospitalidad brindada. La esclavitud, la ingratitud, la desidia, la crueldad y el exterminio de un pueblo que solo contabas con hachas de piedras y flechas vegetales.
La esclavitud y el racismo, dos figuras gemelas. Fueron las armas ideológicas de los conquistadores que hasta la fecha han marcado el atraso sico-social de una sociedad alógena. El primer genocidio lo cometió el Almirante Cristóbal Colon cuando en el 1495, al mando de 300 soldados bien armados y 20 perros amaestrados, salió victorioso en la batalla del Santo Cerro, dejando en la falda de la montaña más de 7 Mil cadáveres dispersos de aborígenes indefensos cuyo único delito era querer vivir en paz en su suelo de origen.
Desde ese momento humillante, se le condeno a pagar tributos en oro, a los que salieron ilesos de tan desigual batalla. Se repartieron entre las soldadescas, los aborígenes, con sus hijos y sus mujeres. Amén de las violaciones sexuales que cometieron los soldados y encomenderos.
En el año 1497, Don Bartolomé Colon, hermano del Almirante, traslada la ciudad la Isabela, a la margen este del rio Ozama y les llama la Nueva Isabela, meses después es trasladada la ciudad a la margen occidental del mismo rio y es bautizada con el nombre de Santo Domingo de Guzmán. La explotación a las que eran sometidos los nativos y el contacto con los extranjeros, provoca pandemia que va diezmando la población. A partir de la carta de justicia del 22 de junio de 1497, delincuentes y criminales de todas especies llegan a la isla. Aquella carta dice entre sus párrafos: ¨ Toda o cualquier persona varones que hubieren cometido hasta el día de la publicación de esta carta cualquier muerto y herida y otro cualquier delito de cualquier naturaleza y calidad que sea excepto de herejía y Lesa Majestad o traición. Se puede ir a servir en persona a la isla la Española y servirán en las cosas que el almirante le dijese y mandare de nuestra parte¨. Y sigue diciendo: ¨ lo que merecieren penas de muerte y sirvieron por dos años, y los que merecieron otra pena mayores que la muerte, aunque sea perdimiento de miembros y sirvieron por un año, sea perdonado de cualquier crimen y delitos y de cualquier manera y calidad y gravedad que sea¨. ¨ Y restituimos a los dichos delincuentes en sus buena fama y en punto de estado en que se estaban antes de que hubieran hecho o cometido los dichos delitos¨. Muchos de esos criminales se convirtieron en comendadores, eclesiásticos, militares y comerciantes; criminales, vividores, ninguno en agricultor ni obrero. Esta especie de humanoides pertenecían una vez en la isla a los grupúsculos de Pedro Margarit, el padre Boíl y Roldan. Esto mueve a preocupación y en un informe del Antonio Henríquez Pimentel del año 1521 dice refiriéndose a esa carta de justicia ¨yo creo que llegando a Santo Domingo, harán lo que han hecho merced de enviar a aquella isla que todos huyen de tal nombre y no quieren ser labradores, sino caballeros¨. en el 1498, traen de forma masivas negros esclavizados, nacidos en las costas de España y Portugal, negros que hablaban perfectamente el español y el portugués, amén de que eran tanto católicos como moros. Aunque es bueno que se sepa que desde los primeros viajes estuvieron llegando negros de las costas española.
El 23 de agosto de 1500, llega a la colonia La Española o isla de Haití, Don Francisco de Bobadilla, Juez de residencia y Comendador de la Orden de Calatrava como Gobernador de la isla en sustitución del Almirante y Gobernador Cristóbal Colon.
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