miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA ESCLAVITUD CONTRA LOS ABORIGENES
Por Tirso Medrano.

La esclavitud y el exterminio contra los aborígenes, tuvo múltiples factores entre ellos podemos citar la incoherencia ideológica entre los caciques, traducida en luchas tribales. Esto lo demuestra la misma composición de los grupos étnicos donde cada cacique tenía un componente ideológico diferente al otro. Situación que dificultaba poderosamente cualquier acuerdo para la lucha contra un invasor superior tecnológicamente. 
Guacanagarix, cacique de Marién, siente protección ante la llegada de los españoles en el 1492, por la superioridad de las naves de velas,  los cascos de aceros y las armas de los soldados que lanzan fuego; antes las flechas vegetales único instrumento de guerra que conocían para defender su cacicazgo de los vecinos o intrusos caribes. Le presta atención a Cristóbal Colon y lo ayuda en la construcción del fuerte de la Navidad el 25 de diciembre de ese año cuando encalla la nave Santa María. Con cuyo resto se construye la edificación. Allí colon deja 39 hombres al mando del capitán Diego de Arana. De los cuales a su regreso no encontró ni uno vivo. Habían sido degollados por el maltrato a los hombres y los abusos sexuales contra las mujeres.
Colón había regresado a España, llevando muestras de oro, y cuantos objetos de valor pudo conseguir en esta isla donde intercambiaba espejitos y alhajas por oro.  También llevo como muestra a  seis aborígenes. Se presentó en las cortes de Barcelona en 1493, donde les presento a los monarcas los objetos y estos indios los cuales fueron  bautizados siendo padrinos los reyes católicos y  su hijo el Infante Juan.
A uno lo bautizaron con el nombre de  Don. Bernardo de Aragón, el cual se decía que era pariente del cacique Guacanagarix, según refiere el cronista de  indias, Gonzalo Fernández de Oviedo, que participó en aquella ceremonia. Otro fue bautizado como Don. Juan de Castilla y lo mismo se hizo con los demás. El indio, Don. Juan de Castilla fue incorporado a la casa real del Infante Don. Juan, a petición de este, con orden expresa de ser tratado como si fuera el hijo de un caballero principal, de Don Juan de Castilla se supo que  falleció en España. Del indio, Don. Bernardo de Aragón, se supo que juntos con los demás  regresaron a la Colonia La Española o isla de Haití en el segundo viaje del Almirante Cristóbal Colon.
Guacanagarix le enseñó a Cristóbal Colon toda la región del Cibao, llevándolo por todo el valle de  la Vega y veía tranquilamente como los españoles aniquilaban despiadadamente a  los aborígenes. El cacicazgo de Marién tenía 14 nitaínos. Con su asiento principal en el Guárico, cerca de la actual ciudad de Cabo Haitiano y abarcaba los territorios hoy conocidos como Monte Cristi, Dajabón, Santiago Rodríguez, Valverde Mao y parte de Puerto Plata en la actual Republica Dominicana mas todo el territorio localizado al norte del rio Artibonito en la Republica de Haití.

CAYACOA cacique de HIGÜEY, este cacicazgo estaba dividido en 21 nitaínos. Su superficie abarcaba toda la porción sureste de la isla. Tenía su asiento donde se ubica la actual ciudad de Higüey. Este cacicazgo se extendía desde Cabo Engaño hasta el río Haina. La diosa madre del cacicazgo de Higüey era Atabeira, que significa "Madre de la Piedra Original".
En este territorio Vivian grupos de lengua no arawak como los Macorís, que de acuerdo con Bartolomé de las Casas hablaban una lengua diferente del taíno de Jaragua y del ciguayo hablado más al norte.
El cacicazgo abarcaba los territorios que  hoy  pertenecen a provincias de la Republica Dominicana tales como  Santo Domingo, El Seibo, Hato Mayor, La Altagracia, La Romana, Monte Plata y San Pedro de Macorís.
Cayacoa y Caonabo eran los dos caciques más feroces contra los invasores españoles.
Mayobanex aquel cacique que el  13 de enero de 1493, recibe a flechazos a los españoles en la bahía de Samaná; caer luego en un estado de ambivalencia que lo lleva al patíbulo.
Guarionex, cacique de Maguá, se hizo neutral en la mal llamada ¨Batalla del Santo Cerro¨,  dejando morir salvajemente de manos de los perros y soldados españoles a muchos de sus súbditos, para luego terminar el también humillado y convertido a la religión del esclavista. Y finalmente humillado por los españoles enviado a Castilla cono prisionero con tal mala suerte que pereció en el mes de julio de 1502, en un naufragio con sus captores el capital de la flota Antonio de la Torres, Francisco Roldan el comendador Bobadilla y demás tripulantes.

Bohechío, cacique de Jaragua, el cual se dividía en 26 nitaínos. En este cacicazgo la cultura taina había alcanzado su máximo desarrollo. El cacicazgo se extendía por todo el suroeste de la  isla. Era el de mayor extensión, teniendo su asiento en un lugar llamado Yaguana, ubicada donde hoy está la ciudad haitiana de Jacmel. 
El cacicazgo abarcaba en la hoy República Dominicana, las provincias actuales de Bahoruco, Barahona, Independencia y Pedernales y en la actual República de Haití los departamentos de Artibonito, Grand´Anse, Nippes. Departamento Oeste, Departamento Sur y Departamento Sudeste.
Bohechío ayudó a su cuñado Caonabo a destruir el fuerte La Navidad. Construido en el cacicazgo Marién, gobernado por el cacique Guacanagarix.
Bohechío, tuvo un trato cordial y de cooperación  con Bartolomé Colón. 
El Padre Las Casas afirma que de todos los caciques de la isla, el más ilustre y de mayores cualidades era Bohechío, bajo cuyo mandato tenía cerca de 200 nitaínos. Los habitantes de Jaragua, según Las Casas, se distinguían por su lenguaje de tonos más suaves y armoniosos que los de los demás de la isla, sus finas facciones y la buena disposición de sus cuerpos y ademanes.

Bohechío era Hermano de Anacaona, se alejo de Caonabo, (esposo de Anacaona), dominado por el espíritu cobarde de la traición. 
Solo algunos nitaínos y tainos siguen fieles a la lucha de Caonabo, tales como Maniocatex, mairení, Guaroa, Cotubanamá, higuanama y Hatuey.
Los gobernadores hicieron su trabajo de esclavización y exterminio; los sacerdotes católicos con el pretexto de salvar las almas se encargaron de infundir sumisión y miedo colectivo;  pregonando un infierno después de la muerte donde se quemarían eternamente los ¨salvajes y herejes¨. Quienes eran los salvajes y herejes, todos los aborígenes que se resistieran a ser esclavizados. 
En nombre del catolicismo, Bartolones Colon ordeno quemar vivo a mas de cien aborígenes por supuestamente haber cometido acto de sacrilegio al incendiar una capilla o ermita hecha de pajas.
Los repartimientos de Roldan y el pago de tributos fueron componentes esclavistas desde el principio de la empresa colonizadora.  La esclavitud contra los aborígenes fue tremenda mente cruel en toda América. Es bueno señalar que fue en esta isla donde se pusieron en prácticas todos los métodos de torturas y barbaries luego  llevados a otros lares del continente recién esclavizado.
En una carta enviada por Fray Pedro de Córdoba al rey de España, dice lo siguiente: ¨Las mujeres a la que todas las naciones por la flaqueza suya suelen perdonar de trabajar, han trabajado y trabajan en esta tierra tanto y mas que los hombres y así desnudas y sin comer y sin camas como los hombres y aun algunas preñadas y otras paridas que ningún Faraón de Egipto aun no cometieron tantas crueldades contra el pueblo de Israel¨.
La pandemia más grande que padecieron estos seres humanos fue la esclavitud, esa maldita rémora  del colonialismo más atrasado y vulgar del mundo. En el trabajo forzoso de las minas de oro, en las plantaciones agrícolas, en los hatos ganaderos y en las construcciones de pueblos y caminos dejaron el pellejo y la vida miles de aborígenes. 
Fray Bartolomé de las Casas, en su crónica de india relata que en el 1492, había en la isla casi tres millones de aborígenes. Cantidad que podemos considerar irreal por varias razones lógicas, pero hay quienes afirman que eran un millón de aborígenes, lo cierto es que apenas quince años después en el censo del año 1507, había 60 mil aborígenes. Eso provoca que para el 1508, se permitiera el ingreso a la isla de aborígenes caribes para trabajar en las minas de oro y en las construcciones de ciudades. Para el año 1511 solo quedaban  14 mil aborígenes. Situación esta que ese mismo año provoca la reacción del fraile Antón de Montesino, el cual en el sermón de Adviento enfrentaba al virrey Diego Colon y demás autoridades por el maltrato a los indios y la ilegalidad de los repartimientos; cuestionamiento público que se hizo por primera vez en el nuevo mundo.
Este sermón surtió su efecto cuando el 27 de diciembre de 1512, se dictan las Leyes de Burgos para el gobierno de los indios. Donde se implementan medidas más humanizantes.

En el 1518,  solo quedaban 11 mil, aborígenes,  para el 1529 solo 2,340 y para el censo del 1547, la exterminación era total ya solo quedaba la pírrica cantidad de 150.
España en el 1492, estaba saliendo de una dominación mora, eso nos indica que no estaba preparada ni política, ni militar, ni económica, ni intelectualmente para tan magna empresa civilizadora.  Fray Pedro de Córdoba, en otro párrafo narra los siguientes: ¨los cristianos a quien los indios han sido encomendados y entre quien han estado repartidos, han sido y son ignorantes¨. 
Sigue narrando Fray Pedro de Córdoba: ¨han tenido mucho cuidado y diligencia de hacerles sacar oro y labrar otras haciendas, trabajando todo el día entero y sufriendo el ardor del sol, que en esta tierra es muy grande, las aguas, vientos y tempestades, estando descalzos y desnudos en cuero, sudados de la furia del trabajo, no teniendo para poder sustentar la vida, aun sin trabajo maltratados de hambre y sed y en su enfermedades, teniéndolo mucho menos que una bestia suelen ser temidas, porque aun aquellos suelen ser curadas mas ellos no¨.
Estos carniceros españoles, que vinieron con las espadas y la cruz de Cristo, eran tan crueles que no solo mataban con el trabajo forzado a los aborígenes, sino que también los mataban de hambres, de sed, y de  enfermedades contagiosas que ellos trajeron a esta isla. En una carta firmada por los padres de la orden de Santo Domingo, dirigida a Mr. Xevres el 14 de junio de 1516, les narra los siguientes: ¨ …….Pero los castellanos gastaron las labranzas que ellos tenían para sí, comiendo y destruyendo de forma que le fue forzado a los indios, morir de hambre de la cual murieron tantos  que no había quien anduviese por los campos por el hedor¨……  Otro de los abusos narrados es el siguiente: ¨como en esta tierra  no había bestias, ni otro animal, ninguno que fuese  mayor que un conejo, usaron los castellanos de los indios en lugar de bestia para pasar sus cargas de unas partes a otras¨.  Prosiguiendo la misma narración siguen diciendo: ¨Y llevándose cargados sesenta o setentas leguas, la carga que cada uno llevaba eran dos arrobas y  como no llevaban ropas estos tristes hombres, sino sobre sus desnudos pellejos, haciéndole mataduras, como a bestias en la espalda; y el establo que de noche les daban los recuadores que los traían era el campo, y al sereno. El mantenimiento era algunos gusanos o raíces que ellos buscaban¨.   Siguiendo la cita de los padres de la orden de Santo Domingo. ¨llevaban un cristiano, veinte o treinta indios cargados y atraillados de los pescuezos unos de otros, algunos roían la trilla y dejaban la carga y huía, inventaron los cristianos llevar  consigo un perro alano. E porque no se despease el perro, llevándolo dos indios a cuesta, en una de esta cama que  llaman hamacas y en huyendo un indio acometíale el perro, el cual ante que llegasen a él, lo destripaba¨.   Esto  es un ejemplo de los feroz de la esclavitud contra unos seres humanos que su único delito fue haber nacido en esta tierra, en este continente luego llamado americano. Para un español de estos que vinieron, un perro tenia mas derecho que  un nativo, una bestia cualquiera  era mas importante que un aborigen. Estas cosas no se deben callar como ha sucedido hasta ahora, por complicidad u omisión de historiadores, maestros, iglesia, estado y la mal llamada madre patria. Estos frailes nos relatan otra historia dolorosa, que no debemos callar, porque es un compromiso hacer esta denuncia ante el mundo: ¨ Y fueron tantas las crueldades que pasaron, que solo el día del juicio se podrían conocer; tomar de  noche es un bohío, que es una casa de paja, quinientos mil de ellos y guardar las puertas y ponerlas luego de día a cuchilladas como  estaban desnudos, acuchillarlos e irse; a los que tomaban por el camino cortaban a mas las manos y diciéndoles: ¨Id contar a los otros¨.  Hacían parrillas de maderas y quemándolos vivos y para que no dieran gritos metales palos en la boca, mandabalos despeñar de altas peñas y ellos de miedo que le tenían a los cristianos lo hacían. Ahorcaron una vez de una cumbre de un bohío diecisiete caciques juntos.¨
Los padres de la orden de San Francisco y de Santo Domingo nos cuenta lo siguiente: ¨ entre estos casos que acerca de esta carta pasaron mucho, fue uno digno de llorado, que un mal aventurado cristiano llevaba una vez tres indias cargadas y una se canso y el de despecho de que se había cansado diole una cuchillada y matala y repartió la carga a las otras dos. Canso la segunda hizo lo mismo y por consiguiente la tercera finalmente, a todas las tres la mato.¨  

La carta a Mr. Xevres,  sigue diciendo: ¨Entre otras crueldades digo una digna de ser muy estimada y fue que cuando llevaban aquella gente cautiva, algunas mujeres paridas por solo que lloraban los niños los tomaban por las piernas y lo aporreaban en las peñas o los arrojaban en los montes, porque allí se muriesen; entre otros aconteció que una vez cerca de un rio tomó un mal hombre  un niño de los brazos de sus madres por las piernas y écholo en el rio y allí mostro Dios un milagro que se anduvo el niño cerca de media hora como corcho sobre el agua y que no se hundió, de tal manera que viendo el milagro entraron otros por él y diéronlo a la madre. Esto no fue bastante a quebrantar la malicia de los desventurados cristianos, tornó el niño a llorar y tomólo aquel por las piernas y aporreólo en una peña¨.
Cuanta impiedad, ¡donde estaba Dios!, ¡donde estaba Jesús!, cuanta  maldad.  Con que derecho eliminar a un pueblo indefenso de toda indefensión. Nos relata el padre las Casas que…¨los indios de esta isla inclinadisimos y acostumbrados a mucho bailar¨.  …¨Bailando cantan¨.
El Almirante Cristóbal Colon en su diario de navegación narra lo siguiente: ¨Son gentes de amor y sin codicia y convencibles para toda cosa, que certifico ya vuestra alteza, que en el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra¨.   Luego continua diciendo: ¨Ellos aman a sus prójimos como a si mismo, y tienen una habla más dulce del mundo y mansa, siempre con risa¨.
Los actos aislados de rebeldía que hubo de parte de los aborígenes, eran  producto del maltrato recibido.  La carta de los padres de la orden de San Francisco y Santo domingo, nos los confirman con la siguiente narración: ¨En el principio como  dicho los indios recibieron a los cristianos con mucho amor, dándole todo lo que tenían, pero ellos no contento de esto, metíanse entre ellos, robándolos o desposeyéndolos de cuanto tenían, tomándole sus propias mujeres e hijas y matando de ellos cuantos querían, no para mas que probar sus espadas¨. Otro episodio espeluznante en toda época y estado de la humanidad es el siguiente: ¨Y yendo cierto cristiano, vieron una india que tenía un niño en  los brazos, que criaba y porque un perro que ellos llevaban consigo tenía hambre, tomaron el niño vivo de los brazos de la madre, lo echaron al perro y así lo despedazo en presencia de la madre¨. 
El Fraile  Pedro de Córdoba,  nos narras como los aborígenes escapaban de este infierno o purgatorio: ¨Por los cuales malos y duro trabajo los mismos indios escogían y han escogido ante la muerte, que tan extraños trabajo, que en vez han convenido de matarse cientos juntos por no estar debajo de tan dura servidumbre. Las mujeres fatigadas de los trabajos han huido, el concebir y el parir y han muerto sus propios hijos, con sus manos por no ponerlo, ni dejarlo debajo de tan dura servidumbre.¨
Los negros que trajeron como esclavos desde España y Portugal en los años 1493, 1498, 1501 hasta el 1506 llamados ladinos, eran tratados mejor que los aborígenes. Estos negros sabían hacer varios oficios incluyendo los domésticos. Pero al unirse con los aborígenes escapaban con estos a los montes en busca de  libertad. Esto  obligo al gobernador Nicolás de Ovando a escribirle al rey solicitándole no enviar moros cristianizados, porque según el ¨estos se huían, juntánbanse con los indios, le enseñaban malas costumbres y nunca podían ser cogidos como consecuencia de ellos¨.
En el 1506, llega la Real Orden que ordenaba la expulsión de todos los esclavos berberiscos junto con los nuevos convertidos. Era tan notorio el exterminio de los aborígenes que en el año 1511, llega a la colonia la orden que autoriza traer negros desde África. Ese mismo año entre la Ordenanza Real que autoriza la introducción a la isla de aborígenes de la isla donde no haya oros, al igual que esclavizar a los aborígenes Caribes. Para el 27 de diciembre de 1512, se dictan las Leyes de Burgos para el gobierno de los indios.

En el 1508,  el Rey Fernando II nombra esta tierra: “Isla de Santo Domingo”. Nombre que ha prevalecido hasta el día de hoy.



Tirso Medrano. 

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