LA VILLA SAN
RAFAEL DE LA ANGOSTURA.
Por Tirso
Medrano
El historiador Miguel Ángel
Monglus en su libro titulado Apuntes de Haití, nos relata:
“La línea fronteriza entre las dos
posesiones, la española y la francesa de la isla de Santo Domingo, había sido
demarcada de acuerdo con el tratado de Aranjuez en 1777. Algunos puestos
militares de ambos lados, de trecho en trecho bordeaban la línea que por el N.
O., se adentraban como una lanza en la parte francesa. Como avanzadas
españolas, los pueblos de San Rafael de la Angostura y San Miguel de la
Atalaya, estaban cubiertos por guarniciones militares que guardaban el paso de
la Cordillera que por Dondón, en territorio francés, comunicaban con el Norte
de Haití y con la importante Ciudad y puerto de Cabo Francés. San Rafael de la Angostura era para la época,
un pueblo de un centenar de casas, la mayoría construcciones de poca
importancia, a excepción de la que servía de Comandancia, y la que era
residencia del señor de Guzmán, Barón de la Atalaya, y a la sazón la primera
autoridad fronteriza española”.
El historiador Manuel González en su libro titulado LA COLONIZACIÓN DE LA FRONTERA DOMINICANA
1680-1795, nos ilustra con lo siguiente: En esa
coyuntura de hegemonía de la élite de Hincha y de intento de control
jurisdiccional por parte de las autoridades militares nace la localidad de San Rafael
de la Angostura.
Erigida en
virtud del Real Decreto del 2 de julio de 1761 por el
teniente coronel Andrés de Heredia, su proceso de fundación fue culminado el
año siguiente por el comandante de las fronteras del Sur, Fernando de Espinosa
y Miranda. En ella la hacienda pública gastó 88.791 reales y
16 maravedíes en la construcción de la iglesia, un cuartel,
casas de gobierno y de capellán y bohíos para las familias, que recibieron un
real por persona por un año para su alimentación durante su asentamiento,
semillas y animales. Asimismo se le pagó dos años de congrua a su cura. En estos costos no estaban incluidos
los del traslado de las familias desde Canarias hasta
este destino.» continua diciendo: “El crecimiento demográfico de San Rafael fue
relativamente significativo en tan breve período. En 1783 cuenta ya con 1.079
habitantes. Su censo ganadero era una década antes de 2.000 reses vacunas”. En 1764 el francés Lescallier, reseñó que era
“una población nueva y todavía en formación. La mayoría de sus habitantes son
isleños”.
A partir del 1804, Dessalines hizo construir unas
series de fuertes militares, en la villa San Rafael de la Angostura y así
evitar un avance francés hacia la recién creada republica de Haití. De las cuales se conservan todavía la Fortaleza Fort Riviere, Las ruinas de la
Fortaleza Fort Neuf; y la gruta de San Rafael
Arcángel, situada en la base de una montaña al oeste de la ciudad.
En
nuestra primera Constitución firmada en la ciudad de San Cristóbal el 6 de
noviembre de 1844 figura J.N. Tejera, como diputado por San Rafael de la
Angostura; y el 24 de septiembre de
1865, después de la desocupación de las tropas española, la Asamblea Nacional
Constituyente, elige a Emiliano Tejera,
como diputado por la comunidad de San
Rafael.
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